10 de abril de 2018

Club Popular "El Dari" - FPDS

 

A Facundo lo balearon “por las dudas”. Lo balearon porque era un pibe, porque era pobre, porque daba con el perfil que el Estado eligió para construir su propio enemigo interior: pibe, pobre, morocho, con gorrita. No es nuevo. Lo sabemos bien, la policía dispara contra nuestros pibes en los barrios todos los días. Nunca pregunta, dispara. Porque puede, porque tiene impunidad, porque desde el poderpolítico lo facilitan y lo alientan. Condecoran y ascienden al que mata por la espalda. Aplauden y ceban al que obedece y tira a matar. Alientan al que es capaz de no ver que en la mira tiene a un pibe de 10, de 11 o de 12 años al que, antes de caer al piso destrozado por el plomo, ya le habían asesinado toda esperanza, todo sueño, todo presente y todo futuro.

El asesinato cruel de Facundo es una consecuencia directa de un Estado administrado por ricos sanguinarios empresarios y guardianes del orden que no puede asumir sus falencias históricas, que no es capaz de eludir su lógica de ajuste, de hambre, de exclusión, de desempleo, de vaciamiento y de muerte.

En ese laberinto de estigmatización y criminalización, la muerte temprana e impune aparece como destino inevitable, incluso como consecuencia lógica de ese mecanismo social, político y económico que excluye a las mayorías populares y que margina a los sectores populares, en particular a la niñez y a la adolescencia, que aparecen una y otra vez como el actor más desprotegido.

El problema sigue siendo estructural y asegura su supervivencia y reproducción gracias a la complicidad que existe entre el Estado y las instituciones represivas. A esta connivencia, seguiremos oponiendo la organización desde abajo y la lucha cotidiana, factores indispensables para la construcción de ese nuevo mundo que queremos con y para nuestrxs pibxs.

Seguiremos gritando bien fuerte #NoALaBaja y que#SeguridadEsIncluirALxsPibxs!!