11 de junio de 2018

JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES POLÍTICOS DEL ASESINATO DE DARIO SANTILLAN Y MAXIMILIANO KOSTEKY

 


A POCOS DÍAS DE CUMPLIRSE 16 AÑOS DE LA MASACRE DE AVELLANEDA EDUARDO DUHALDE Y FELIPE SOLA SON CANDIDATOS A LA CARCEL!
JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES POLÍTICOS DEL ASESINATO DE DARIO SANTILLAN Y MAXIMILIANO KOSTEKY

Desde el Frente Popular Darío Santillán repudiamos la reaparición y las declaraciones de Eduardo Duhalde y Felipe Solá a 16 años de los asesinatos de Darío y Maxi. La Masacre deAvellaneda perpetrada el 26 de junio de 2002 y planificada desde el gobierno nacional y provincial que presidían Duhalde y Sola buscó disciplinar a los movimientos de trabajadores desocupados con una brutal represión que terminó con la vida de nuestros compañeros y decena de heridos con balas de plomo. Hoy, ante un gobierno que profundiza la represión a la protesta social, redoblamos nuestro reclamo de justicia ante quienes ejecutan las órdenes para que las fuerzas de seguridad repriman y maten.

Duhalde y Solá buscan construir un nuevo relato sobre lo sucedido en aquella fecha, planteando por ejemplo que con Santiago Maldonado a "alguno se le fue mano, como pasó con Kosteki y Santillán". Las palabras de Duhalde dejan la impresión de que las fuerzas de seguridad actúan por decisión propia cuando sabemos que tanto con el operativo de seguridad de la Gendarmería contra el pueblo mapuche en donde sufrió la desaparición y posterior asesinato Santiago Maldonado como en las fuerzas de seguridad que reprimieron y mataron en el Puente Pueyrredón en 2002, quien da la orden es el poder político.

De hecho, el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Solá fue quien felicitó y avaló públicamente el accionar del comisario Alfredo Luis Fanchiotti, condenado junto con Alejandro Acosta por ser los autores materiales de los asesinatos de Darío y Maxi. Durante el juicio por las responsabilidades materiales de la Masacre, el Cabo Acosta declaró que Solá le prometió a Franchiotti "tramitar su pase a otra dependencia" para que "no quedara expuesto" después de los crímenes.

En los días previos al 26 de junio, Felipe Solá y Duhalde mantuvieron un encuentro en el que, definieron una reunión con representantes de las Policías Federal, Bonaerense y la Ex Side para avanzar en un esquema de unificación de las fuerzas de seguridad a nivel nacional, que se implementó el mismo 26.

16 años después, Duhalde quiere pasar a la historia como "el piloto de tormentas" tras la crisis del 2001. Nada más alejado de la realidad, recordemos que Duhalde tuvo que adelantar las elecciones por el rechazo y repudio popular a la brutal represión que se dio en Avellaneda en el marco de una ofensiva represiva que llevo adelante su gobierno desde enero de 2002 para “controlar” la movilización popular. Por su parte, Solá volvió a presentarse como candidato y hoy es diputado del Frente Renovador y se propone como candidato a presidente. Los familiares y compañeros de Darío Santillán volvemos a decir como hace 16 años, que Duhalde, Sola, Aníbal Fernández y todos los responsables políticos son nuestros candidatos, pero a la cárcel.

Aquel 26 de junio de 2002 miles de trabajadoras y trabajores desocupados salimos a las calles a exigir trabajo, justicia y dignidad y nos encontramos un operativo represivo que terminó con dos jóvenes asesinados y más de 30 heridos con balas de plomo. El objetivo de desarticular al movimiento popular, el mismo que tiene hoy el gobierno de Macri, fracasó.

Las demandas populares no se resuelven con palos ni represión, se resuelve con diálogo y políticas efectivas que den respuesta a los reclamos del conjunto del pueblo trabajador.

Nuestro pueblo no se calla, no deja de luchar por sus derechos y no olvida.

Si no hay justicia, la memoria popular seguirá presente para decir

Juicio y castigo a los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda!

Felipe Solá, Juan José Álvarez, Alfredo Atanasof, Aníbal Fernández, Eduardo Duhalde, y todos los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda, son nuestros candidatos… ¡a la cárcel!