Campaña para recuperar un símbolo de lucha
Dentro de las críticas que se hacen al Gobierno Kirchnerista, se incluye la apropiación de símbolos de lucha popular sin la discusión del significado de los mismos.Un ejemplo de esto siguió a la muerte de Néstor Kirchner en octubre del 2010: la aparición del protagonista de “El Eternauta” pero, en esta ocasión, encarnado por el ex presidente. El símbolo comenzó a tener el nombre de: “El Nestornauta” ó “El EterNéstor.”
En la novela de Oesterheld, el personaje intenta continuamente, a lo largo de toda la historia, organizar al pueblo en las cuevas para mostrar resistencia a los invasores. La frase que podemos destacar es aquella que tiene gran significado para muchos de nosotros:
“El único héroe es el héroe colectivo”.
El símbolo que propone el kirchnerismo se aleja sumamente de esos intereses: El personaje se ve obligado a ser una figura personalista, individual. El protagonista pasa a ser simplemente Néstor Kirchner, olvidando la lucha conjunta y el héroe colectivo. Buscan así eternizar al ex presidente, atribuyéndole las características del símbolo histórico de lucha en la conciencia del pueblo, pero esta lucha ya no será colectiva, sino obra de un solo hombre. Volvemos a encontrarnos con un vaciamiento de contenidos; se nos presenta, nuevamente, la ausencia del significado original.
Ya lo dijo Mariano Pacheco en la Revista Herramienta, en marzo del 2011: “Como en la historieta de Héctor Germán Oesterheld, El Eternauta, para quienes nos sentimos parte de la Nueva Izquierda Autónoma, las jornadas insurrecciónales del 19/20 de diciembre de 2001 funcionan como símbolo insoslayable de un héroe que es colectivo. Tanto las experiencias que surgieron entonces como las que se venían desarrollando y se fortalecieron con la rebelión, dan cuenta de un proceso de insubordinación al modelo neoliberal y de revisión de las apuestas revolucionarias de transformación social. La revuelta permitió volver a entender la política como una clave creativa y no subordinada a los poderes hegemónicos. Puso en cuestión la lógica estatal, pero también, las visiones vanguardistas, partidocéntricas e intelectualistas a las que tan apegadamente se encontraron siempre ligadas las experiencias de la Izquierda tradicional.”
Desde la Juan Salvo, intentamos constantemente reivindicar la lucha verdadera del personaje, apostamos a la lucha conjunta, la lucha colectiva, la organización de un pueblo que se resiste a la opresión.
Desde ya, queda en todos nosotros continuar este legado y exclamar: ¡Yo NO te presto mi traje! Porque seguimos apostando a esas formas de organización. Porque continuamos resistiendo.
¡Recuperemos nuestros símbolos y nuestras luchas!
Agrupación Juan Salvo, estudiantes en el Frente Popular Darío Santillán.
